Durante el más reciente estudio que presentó el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) acerca de los Laboratorios de Innovación en América Latina y el Caribe, se resaltan varios retos que se deben de enfrentar para este nuevo año 2018.
Creado en 1959 con el fin de ser un apoyo en la aceleración del progreso en los países en vía de desarrollo que son miembros de este, el Banco Interamericano de Desarrollo es en la actualidad una de las principales fuentes de financiamiento a largo plazo para proyectos económicos, sociales e institucionales en América Latina y el Caribe. Además de préstamos, donaciones y garantías de crédito, el BID realiza proyectos de investigación de vanguardia para brindar soluciones innovadoras y sostenibles a los problemas más urgentes de nuestra región.
Uno de estos estudios fue el que se presentó en el marco del Diálogo sobre Gobierno Abierto realizado en Bogotá, Colombia, donde se enmarcaron los retos como: la baja tolerancia al fracaso, los restringidos campos de acción a temas marginales de la gestión pública y los desafíos que tienen los Laboratorios de Innovación para el año siguiente.
El estudio se basó en 24 encuestas a directores de laboratorios, dos estudios de casos (en Uruguay y en Brasil), la revisión de documentos públicos y privados y por último los proyectos y evaluaciones de impactos. El informe incluye un marco teórico que identifica factores asociados a la innovación tomando en cuenta las mejores prácticas mundiales.
Los Laboratorios de Innovación poco recurren a experimentos aleatorios o metodologías para el testeo de innovaciones en ambientes controlados y evaluación rigurosa de sus resultados. “Es fundamental incorporar mecanismos para excluir posibles sanciones si algo sale mal”, dijo Nicolás Dassen, especialista del BID en gobierno abierto y uno de los autores de este informe; también agregó “Los laboratorios deben generar más capacidades en diseño experimental y evaluación de impacto”.
Es importante aclarar que los Laboratorios de Innovación son espacios físicos que permiten la colaboración entre el sector privado, el académico y la sociedad civil para experimentar nuevas formas de generar valor público, para así modernizar la relación con la ciudadanía, aportar nuevos canales de participación y colaboración; y a su vez, que funcionen como un sistema de apoyo transversal para la gestión de la innovación en otras áreas del Gobierno.
Entre las características más destacadas que tienen los Laboratorios de Innovación son:
- No le temen al fracaso: Los Laboratorios de Innovación, al ser unidades pequeñas y dinámicas, con relativa independencia, internalizan ese riesgo al fracaso, reduciendo la escala de las políticas a prototipos o experimentos pilotos. De esta forma, pueden evaluar su impacto antes de escalar al resto de la administración o de los usuarios de un servicio.
- Trabajan con la perspectiva del usuario: Los laboratorios trabajan bajo diferentes metodologías, enfoques y modelos de organización para acompañar a otras áreas de la administración pública en la innovación de servicios públicos. Sin embargo, no importa el método o la herramienta utilizada (sea el análisis de datos, tecnología digital, el prototipado rápido o el pensamiento de diseño) todas las iniciativas se orientan a entender las necesidades de las personas que se beneficiarán de dicho servicio.
- Forman equipos multidisciplinarios: Participan de estos laboratorios de innovación, profesionales con experiencia dentro y fuera del sector público y de múltiples áreas. Son frecuentes politólogos, economistas, cientistas de datos, antropólogos, diseñadores, geógrafos, entre otras disciplinas. Esta combinación multidisciplinaria les permite a los equipos de innovación pública ampliar el modo de entender las problemáticas y sus roles frente a los mismos.
- Abren espacios de colaboración y co-creación: Al tener una visión holística de los problemas, los laboratorios de innovación involucran a diferentes actores en el diseño y formulación de políticas públicas acercando de esta forma a las diferentes áreas gubernamentales. Algunos laboratorios se orientan a fomentar ecosistemas que catalizan la inteligencia colectiva; otros generan nodos y rutinas al interior de los servicios públicos; y también encontramos algunos que plantean la ciudad como una “plataforma” para desarrollar y promover nuevas experiencias.
Conclusión:
A pesar de las características que poseen los Laboratorios de Innovación Pública, donde se proponen nuevas prácticas que aceleran y promueven cambios dentro del gobierno, generando políticas que permiten nuevas colaboración por parte de diversos actores con el fin de generar valor público, los laboratorios recurren poco a experimentos aleatorios o metodologías para el testeo de innovaciones en ambientes controlados y evaluación rigurosa de sus resultados.
Fuentes:
Informe BID recomienda mejoras en laboratorios de innovación de gestión pública en América Latina y el Caribe: http://www.iadb.org/es/noticias/comunicados-de-prensa/2016-10-14/estudio-sobre-laboratorios-de-innovacion,11603.html
¿Qué son los laboratorios de innovación publica?: https://blogs.iadb.org/abierto-al-publico/2017/04/18/que-son-los-laboratorios-de-innovacion-publica/