Las organizaciones son como máquinas que tienen que funcionar de forma precisa, y para obtener un mejor rendimiento es indispensable optimizar sus procesos. Cada vez buscamos mayor intensidad en los resultados, mejores márgenes y cifras llamativas para optimizar su funcionamiento, esta es una premisa que ha perdurado por mucho tiempo sobre cómo liderar una organización desde los resultados.
Cuando quieres que una organización esté liderada desde la cultura, desde las personas, con el fin de generar diferentes y mejores resultados, debes pensar en la consistencia. Simon Sinek lo explica muy bien en este video corto, la consistencia tiene que ver con la capacidad de la organización para generar pequeños rituales que ayuden a construir confianza, relaciones o pasión por lo que se hace, pues son aspectos claves de un cultura organizacional sólida.
En un artículo de Harvard Business Review, Alexander Osterwalder nos habla sobre la importancia de evitar que la cultura simplemente «suceda», al contrario nos invita a pensarla como un sistema donde a partir de unos rituales (que habilitan o bloquean), las personas tienen unos comportamientos puntuales y se generan unos resultados concretos. La cultura no es una consecuencia del azar, sino que debe diseñarse.
Diseñar rituales en la organización puede ser muy sencillo, cómo nos cuenta Kate McCoubrey de IDEO en este artículo. También, puede ser un proceso más elaborado y que active y estimule comportamientos que generen ideas, conocimiento o nueva visión del usuario como hacemos desde La Cocreadora.
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